domingo, 12 de junio de 2011

IBERICA - HISPANIA – ESPAÑA

            Este de hoy es en respuesta a los comentarios de varias personas sobre la antigüedad de España como tal, sobre la mayor antigüedad de Cataluña. Debo decir primero que no es cierto, pues Cataluña como tal es de lo más reciente, pues antiguamente solo era el Condado de Barcelona, pues el resto de lo que hoy es Cataluña fue de los franceses  y/o  de la Corona de Aragón. Cataluña como la conocemos en la actualidad  es más reciente que la España actual. Por este motivo expongo muy, muy abreviado la llegada de los pobladores de la Península, saltándome algunas tribus, que apenas tuvieron peso y/o incidencia para poder ser expuestos. 
Iberos fue el nombre que los griegos dieron a los habitantes de la Península Ibérica.
Entre los iberos que habitaban la Península Ibérica, las fuentes históricas nombran a los tartesios.
En los siglos IX y VII a.C., cruzan los pirineos los Celtas, tribus de los Alpes y estableciéndose en su mayor parte en Galicia, Asturias, Cantabria y norte de Castilla, donde se mezclan con los Iberos y forman el grupo llamado celtiberos.
Los fenicios llegan a la Península Ibérica hacia el 1104 a. C. y fundarían ciudades como Omuba (Huelva), así como factorías comerciales con este pueblo, como Gadir (Cádiz), Malaca (Málaga) y Abdera (Almería).
Los griegos se instalan al norte de la costa, en Rodhes (Rosas) y Emporion (Ampurias), en la actual Cataluña, encontrando a los iberos y dando las primeras referencias de este pueblo.
En el siglo III a. C. los cartagineses inician en la Península Ibérica un  proyecto imperialista mediterráneo, fundan Qart Hadasht (Cartagena), que se convierte rápidamente en una importante base naval.
Cartago y Roma entran en una serie de guerras (las Púnicas) y tras la derrota de la primera de ellas intenta Cartago resarcirse incrementando su dominio en la Península  Ibérica.
En el  año 219 a.C., Aníbal emprende una ofensiva contra Roma, tomando como base de operaciones la Península Ibérica e incluye un gran porcentaje de hispanos en su ejército. El intento de someter  a la colonia griega de Sagunto, aliada de Roma, daría lugar la segunda Guerra Púnica, que terminaría con la derrota cartaginesa.
Derrotada Cartago, Roma invadió al completo a la Península Ibérica, siendo Tarraco la capital de la provincia Citerior en Hispania y desde donde parten para la posterior conquista de la totalidad de Hispania. De Hispania nacen dos emperadores romanos Trajano y Adriano. España absorbe por completo la cultura romana y adopta su lengua.
Hispania, marca o título no latino que nos otorgaron los romanos, pues es palabra de origen fenico y que deriva en España, hacía referencia al todo el territorio de la Península.
En el 406 los vándalos, suevos y alanos invadieron el imperio romano, En el 409 cruzaron los pirineos para invadir la Península Ibérica.
Mientras los visigodos, que habían tomado Roma hacía dos años, fundan el reino de Toulouse y extienden su influencia gradualmente hacia la península. Tras la pérdida de Toulouse, conquistada por los francos, los visigodos se trasladan hacia el sur instalando su reino   visigodo en Toledo.
Una segunda oleada de visigodos penetran por el área mediterránea, tomando Barcino, Tarraco, Ilici (asentada cerca de Elche) y Julia Traducta (Algeciras).
Con el tiempo los visigodos conquistaron los territorios de las seuvos y dominaron la totalidad de la Península.
El dominio visigodo duro hasta el año 711, cuando el ejército musulmán con unos  50.000 soldados desembarco por el estrecho de Gibraltar, venciendo a los visigodos en  la Batalla de Guadalete cerca de Cádiz. En cuatro años se apoderaron casi  por completo de la Península.
 No está muy claro el momento en que se hace referencia a España por primera vez, aunque existen escritos del siglo XIII en que aparece la palabra España.
Se hablaba de los reinos de Castilla, Aragón, León, Navarra y Portugal como reinos hispanos (Hispania, España en castellano) aunque ninguno de ellos se toma para si el nombre de España.
Los Reyes Católicos eran conocidos como Reyes de España (o de las Españas), por su parte Ramón Berenguer I, Conde de Barcelona, era conocido como Hispaniae Subjugator. En 1493 el gobierno municipal de Barcelona se refirió a Don Fernando como el “rey de Spanya, nostre señor”.
Con Carlos I, todos los reyes son llamados Rey de España (o de las Españas), aunque todos utilizan sus títulos normalmente.
Amadeo I es el primero en utilizar oficialmente la denominación de Rey de España y adoptan sucesivamente el título de Rey de España.
No obstante e independientemente de los problemas que hubiera entre los reinos de la península (la antigua Hispania), en los demás países de Europa se comenzó a conocerse al conjunto de reinos cristianos de la península como España, desde tiempos muy tempranos.
El término español procede del provenzal y aparece documentado por primera vez a finales del siglo XI.
En el Concilio de Constanza (30 de octubre de 1413), los cuatro reinos de Portugal, Aragón, Castilla y Navarra aparecen formando una sola entidad (nación española) y compartiendo un mismo solo voto.
Deseo mostrar la  comparación con otros países de Europa.
Francia, antiguamente Galia y sin tener variedad de reinos, consideran algunos que se puede hablar de Francia después del Tratado de Verdun (843); otros que a partir del acceso al poder de Hugo Capeto (987), aunque algún otro historiador da como el origen todavía más tarde que estas fechas.
Alemania como estado y sentido estricto no existe hasta el 1871. Tras abdicar el último monarca del Sacro Imperio Germánico, se inició, en los antiguos estados que lo componían, la búsqueda de un estado nacional alemán unificado (1814 – 1871)
Reino Unido se crea en el 1707 con la unificación de Inglaterra con Gales y Escocia. Antes como Inglaterra se convirtió en estado en el 927. Más tarde se unifico con Irlanda, para más tarde independizarse parte de Irlanda. Actualmente desde 1927 el nombre sin abreviar del país es “Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”
Italia es la Italia de ahora desde 1861, con Giuseppe Garibaldi, expulsados ya tanto alemanes, como francos, unifico el sur con el resto del país.
Portugal reino que formo parte de la marca España y que en la actualidad algunas voces comienzan a pedir volver a formar parte de España.
España con la incorporación del reino de Navarra en 1512.
Solo resta ver que España es sino la más antigua como reino – nación (denominación más contemporánea), si  es de las más antiguas. Resta también darnos cuenta de que sin duda alguna tiene la mejor historia y pasado de los citados países. Si quienes me hablaban de la antigüedad de España lo desean podría un día darles una comparativa del porque con nuestra historia podemos sentirnos orgullosos, donde otros países de la actual Europa no debieran estarlo tanto. Con esto quiero decir que me duele con nuestro pasado, comprobar que países que no pudiendo estar “tan” orgullosos de su país, sienten y respetan sus signos en momentos determinados que todos podemos recordar (ejemplo olimpiadas).
Por ejemplo Alemania, el país más joven de Europa y con diferentes imperios, respetan sus identidades. Por ejemplo EEUU con una guerra de secesión reciente, no veo nunca a los del sur no respetar tus identidades. Por ejemplo Italia con tantas diferencias en idioma y uno de los países más nuevos. Sin embargo aquí, con una historia siempre ligada a España, a la Corona de Aragón, no se respeta nada y lo peor es que se menosprecia al que osa hacerlo con mofas, sino con insultos, siendo además cómico, sino patético que se adora una bandera originaria de Aragón (deseo aclarar que considero la Senyera parte de mi identidad), se ignora la del Condado de Barcelona (bandera de Santa Eulalia), se desprecia la de España y demás absurdos, que solo nos lleva al precipicio, al suicidio colectivo y que simplemente leyendo un poco el pasado reciente (bastaría analizar/pensar el comportamiento y las palabras de Tarradellas,  que ojala hubiera sido después de la transición presidente de España) para rectificar cada uno de los que amamos Cataluña y poder ser con el tiempo un país puntero, pues posibilidades las tenemos, pero las destruimos sin más.

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